La firma canadiense tiene 20 hectáreas para cultivos de cannabis medicinal.
Con la instalación de 20 hectáreas de cultivo ubicadas 10 kilómetros a las afueras de Santa Marta en el Magdalena, Colombia se convirtió desde hace poco más de un año en la casa de Avicanna, una compañía de origen canadiense que cultiva, desarrolla y comercializa productos derivados del cannabis para fines médicos.
Sobre los proyectos de la firma, que opera en el Johnson & Johnson Innovation Center del MaRS de Toronto, las bondades del marco regulatorio local y la inversión de US$10 millones que se ejecutará en los próximos 12 meses para competir en Colombia y exportar a otros mercados, habló Aras Azadian, CEO de Avicanna.
¿Cuál es el enfoque operativo de Avicanna?
Avicanna nació hace más de tres años en Canadá y es la única compañía que tiene un enfoque exclusivamente médico y científico, más allá de la aprobación recreacional que regirá en nuestro país en octubre. En este tiempo nos hemos ocupado de hacer una investigación dedicada del cannabis medicinal con instituciones académicas y de la salud para aportar al desarrollo de esta área.
Además, estamos en el MaRS, un ecosistema tanto académico como médico en el que también están University of Toronto, University Health Network y Johnson & Johnson.
¿Qué encontraron atractivo en Colombia para concentrar sus inversiones aquí?
Fue una decisión que tomamos hace más de un año y medio a raíz de la legislación que se aprobó en el país y que ofrece la posibilidad de cultivar el cannabis medicinal en condiciones más competitivas. Colombia tiene oportunidades, por ejemplo en clima, que se traducen en un producto de óptima calidad y a menor precio. Eso va en sintonía con nuestra filosofía que es proveer productos a los pacientes que realmente lo requieren.
Pero, además, hace un año y medio también cerramos una alianza con el grupo Daabon, que es un actor de talla mundial, reconocido por sus prácticas sostenibles y orgánicas, que nos permitirán tener una producción realmente diferente. Creemos que esa es nuestra ventaja competitiva.
¿Cuál es el proyecto que tienen en el país?
En este momento la compañía está trabajando en un plan estratégico importante. Hoy, mercadeamos productos en Estados Unidos (California) y en Canadá. Pero, en paralelo, estamos trabajando para exportar a Europa y para cultivar, transformar y comercializar en Colombia. Por el momento, tenemos una oficina en Bogotá y un cultivo en Santa Marta.
¿Qué extensión tiene ese terreno?
Tenemos dos espacios a unos 10 kilómetros a las afueras de Santa Marta, cerca de la Sierra Nevada. Uno tiene 17 hectáreas y el otro es de tres hectáreas con posibilidad de ser ampliados. No obstante, por el tamaño de la demanda, no hemos visto la necesidad de hacerlo en el corto plazo.
¿En cuánto tiempo empezarían a cultivar?
Avicanna ya cuenta con todas las licencias. Sin embargo, hay un tema complejo que tiene que ver con la caracterización de las semillas y con las iniciativas del Gobierno Nacional que buscan escoger las especies idóneas para fines médicos. Ya estamos en ese proceso y, por ende, ya estamos cultivando en ambos terrenos diferentes variedades.
¿A cuánto ascendió la inversión de la compañía para entrar a competir en Colombia?
Hasta ahora, hemos invertido unos US$3 millones en la operación de Colombia. Pero a eso tenemos que sumarle lo que tiene que ver con la alianza estratégica que hicimos y que nos implicará invertir más de US$10 millones en los próximos 12 meses, entendiendo que Daabon es un actor que ya estaba aquí.
¿Qué tipo de pacientes tratan en Canadá y cuáles tratarían en Colombia?
Nosotros lo dividimos en cuatro grandes capítulos. El primero, está relacionado con el dolor y a su vez tiene tres subcategorías: localizado, neuropático y crónico. Después, tenemos pacientes con epilepsia, con un fuerte enfoque en niños. El tercer grupo son pacientes relacionados con asuntos dermatológicos como acné, psoriasis, dermatitis atópica, eczema y piel de mariposa. Y, por último, están los productos para oncología que funcionan en dos vías, una: para controlar el dolor y para el cuidado paliativo, y con el otro, tratamos la reducción de tumores.
¿Qué opinión le deja el marco regulatorio colombiano?
El cambio legislativo ha representado un gran esfuerzo y la regulación está avanzando. En Avicanna estamos entusiasmados por hacer parte de este momento histórico y sabemos que nuestro conocimiento será un aporte importante para el país.